BLANCO
Fríos copos,
caen del cielo,
los lagos y fiordos,
se convierten en hielo.
La brisa del invierno,
empieza una tormenta,
truenos desde el cielo,
la nieve aumenta.
Poquito a poco,
la nieve desaparece,
los mantos de hielo,
se derriten lentamente,
Blanco, blanco, blanco...
es mi corazón,
que se funde lentamente,
por el amor de vos.
Quiero amar,
y ser amado,
fundirme junto a la nieve,
no morir en vano,
y cubrirme con un manto.
La tormenta vuelve,
cae granizo,
todo lo que se visualiza,
ya ha desaparecido.
Blanco, blanco, blanco...
son tus ojos,
brillantes,
como dos diamantes hechizados.
Blanca, blanca, blanca...
es mi alma,
brillante,
brillante como una perla,
una perla en el fondo del mar,
un mar infinito,
lleno de sirenas hermosas,
como la nieve que se ve desde nuestras casas.
Blanco, blanco, blanco.
Blanco es el manto que me arropa,
cuando el calor,
se apodera de mi cuerpo,
cuerpo bendecido por la lluvia,
y la ráfaga del viento.
Helado que mata,
mata a la vida,
blanco, blanco, blanco...
herida sin cura alguna.
El pastor alvino,
me enseñó el buen camino,
quién fue,
no vino.
Blanco, blanco, blanco...
el señor pastor,
que me ayudó a ser mejor,
el alma me sonrió,
y a la vida,
le caí mejor.
Blanca,
blanca es la cara del buen señor,
todos tenemos una hora,
y al pobre le llegó.
La hora del pastor,
se rió en su misma cara,
haciendo que el pastor llorara,
llorara porque era la hora,
la hora de abandonar sus sueños,
y las aventuras ya pasadas.
El hambre le pudo,
y el pobre se marchó,
a un mundo mejor.
Blanco, blanco, blanco el ángel que le cogió,
le llevó arriba,
y allí,
el pobre descansó.
Blanco, blanco, blanco mis pensamientos,
blanca la mañana,
que desaparece congelada.
Que bonito!!
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